El otro día estaba leyedo una nota sobre un canadiense que decidió ser el primero en intentar trasnavegar el mundo sólo con la fuerza física. De más está decir que lo logró ;)
En la segunda mitad de su viaje, cuando tenía que atravesar el Atlántico para volver hasta Canadá donde había empezado, su compañero de viaje lo abandona. Entonces se suma su novia para terminar juntos el recorrido. Recuerden que tenían que impulsarse solo con su propia fuerza. Así que cruzaron el Atlántico remando. Está bien, el bote estaba bien equipado con una serie de paneles solares, una cabina para los insumos indispensables (lease comida enlatada y no perecedera, medicamentos, gps, teléfono) y otra para dormir unas horas, y una bomba para extraer y desalinizar el agua de mar.
Entre las fotos que aparecían publicadas aparecía él con los pelos largos y una barba espesa. Y ella? Espectacular, sin nada que marcara que acababa de remar a través del océano y sobrevivir a un tiburón blanco gigante y dos tormentas en alta mar.
El artículo está escrito desde la mirada de él. Y yo me quedo pensando...seguramente nadie se preocupó si ella estaba depilada, o si tenía canas, y me imagino que tomo anticonceptivos los 5 meses del viaje (no por el miedo a quedar embarazada sino por su período), además imaginense con SPM...y ni hablar de la privacidad para ir al baño...
Es sólo un devenir de mi pensamiento, pero cuando leo estas historias y cuando veo películas de acción o aventuras donde la protagonista es mujer, siempre me pregunto por los aspectos más cotidianos del asunto.
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