- Cleopatra se bañaba en leche de burro.
- María Estuardo, reina de Escocia, se bañaba en vino (una precursora de la vino terapia ;)).
- George Sand se bañaba en leche de vaca y miel.
- Isabel de Francia se bañaba en leche de burra, y luego frotaba su piel con glándulas de cocodrilos y cerebro de jabalí.
- La reina Isabel I de Inglaterra se pintaba la cara con un polvo blanco para mantener su color parejo y ocultar imperfecciones. Pero ese polvo pigmentado contenía plomo lo que llevaba a manchas en la piel, pérdida de pelo y eventualmente la muerte.
- Además usaban un rouge que contenía mercurio que llevaba a pérdida de embarazos y malformaciones.
Un espacio para volcar ideas, noticias, inquietudes, curiosidades, recetas y un poco de todo lo que anda dando vueltas por mi cabeza.
lunes, 31 de enero de 2011
La búsqueda de la belleza puede matarte
Desde la antigüedad las mujeres en búsqueda de la perfección y la belleza han puesto en riesgo su propia vida. Las modas, en muchos casos, terminan siendo dañinas para la propia salud. Además de bizarra, complicada, y muchas veces bastante asquerosa. Aquí algunos pequeños ejemplos:
lunes, 24 de enero de 2011
Solo los griegos
Una anécdota que leí en Listverse:
Dicen que en 1821, cuando el Imperio Otomano ocupaba Grecia, los turcos se quedaron sin balas y propusieron destruir la Acrópolis para usar los centros de plomo de sus columnas para construir más municiones. Cuando los griegos se enteraron de esto decidieron juntar sus balas y enviárselas a los turcos para proteger así este monumento.
Obviamente no es un dato verificado pero conociendo a los griegos no sería extraño que fuera real ;).
lunes, 17 de enero de 2011
¿Torera?
No me interesan las corridas de toros, o más bien estoy bastante en contra, digamos que siempre estoy a favor del toro ;). Pero me pareció interesante esta historia sobre una famosa ¿torera? en los 1900s.
Resulta que María Salomé Rodriguez Tripiana debutó como la primer torera y se volvió muy popular en España, tanto que el gobierno decidió declarar inmoral que una mujer se dedicara a este deporte y lo prohibió. Pero a María no le importó, y durante una presentación "La Reverte" (como era conocida) se sacó la peluca anunciando al mundo que era en realidad un hombre: Agustín Rodriguez. Siguió toreando pero nunca volvió a obtener el éxito que había logrado como mujer.
Al retirarse volvió a convertirse en María Salomé, y volvió a aseverar que realmente era una mujer que se había servido de esta fingida ambigüedad para burlar la prohibición y seguir toreando.
Realmente nunca se pudo confirmar cual fue su verdadero sexo...
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